Blog

No dejes que el miedo te paralice

Post de Patricia López

A veces el miedo se siente como un fantasma que nos sigue a cada paso atormentando nuestros sueños, recuerdos y aspiraciones. ¿Qué pasaría  si en vez huir de ese fantasma, nos enfrentaremos a él? Me encantaría compartir contigo la experiencia  personal que cambió mi perspectiva sobre el miedo.

Desde pequeña siempre soñé con ser maestra. La idea de estar rodeada de niños en el patio o escuchar sus risas mientras corrían me fascinaba. Pero, había una voz interna que me susurraba: «¿ Y si fracaso?» o «¿Y si no soy lo suficiente inteligente  para sacar una carrera universitaria?» Este miedo al fracaso se convirtió en mi sombra, siguiéndome a cada paso, agobiando cada pensamiento en mi cabeza.

Un día decidí presentarme a la prueba de Selectividad. Estudié día y noche, pero cuanto más  se acercaba la fecha límite, más  pesada sentía mi mochila y me preguntaba constantemente: «¿Qué  pasaría sí…?» La noche antes del examen estaba nerviosa y el miedo se apoderaba de mí. Me aterraba fracasar después de tanto esfuerzo. La mañana del examen me encontré incapaz de salir de la cama. El miedo me había encadenado, y cada intento de moverme era superior a mí.  Entonces, recordé una frase de Gary Keller que busqué en internet para luchar durante este proceso: «El fracaso no es el fin del camino, es parte del viaje hacia el éxito».

Con un esfuerzo sobrehumano, me levanté y asistí al examen. Aprobé. Me había enfrentado a mis miedos. Mi mente cambió el chip y decidí luchar contra mis fantasmas. Aunque, tenía miedo e inseguridades quería ser valiente y luchar por mis sueños. Aprendí que el verdadero fracaso es dejar que el miedo nos impida intentarlo.

Este post se centra en explorar cómo podemos convertir el miedo, esa emoción tan humana y a veces paralizante, en un motor que nos impulse. Acompáñame en este viaje para descubrir que el miedo no tiene por qué ser un obstáculo, sino un bonito impulso que nos invita a superarnos. ¿Comenzamos esta aventura? ¿Estamos preparados/as? 🤗.

En primer lugar, ¿Qué es el miedo?

Como hemos descrito anteriormente, el miedo es una emoción profunda que existe en el ser humano. Con esta emoción podemos experimentar sensaciones negativas, como pueden ser; pánico, ansiedad, taquicardia, falta de aire y otras emociones. Todos hemos sentido esas emociones una vez en la vida. Lo peor de esa situación es cuando el miedo se apodera de nosotros y se convierte en el protagonista de nuestro camino. ¿Sabes por qué? Porque esto nos impide ser personas libres, no podemos avanzar en nuestros propios aprendizajes y esto nos condiciona. 

La fuerza mental es la capacidad que nos permite enfrentar esos obstáculos y mantener una actitud positiva en situaciones difíciles. A menudo, el miedo puede debilitar nuestra fuerza mental. No obstante, la manera en que manejamos nuestras emociones es lo que influirá en nuestra fuerza mental para afrontar esos desafíos.

El miedo tiene un aspecto muy positivo en nuestra supervivencia. Posee una especie de “alarma interna” que nos alerta de situaciones. Es decir, cuando estamos paseando y vemos a una persona extraña, nuestro instinto nos aconseja pasar desapercibidos y mantenernos distantes a esa persona. Dicho de otra manera, debemos mantener la calma y pensar con claridad. Esa es la clave. ¿Estás de acuerdo?

Sin embargo, ¿por qué el miedo nos paraliza?

Cuando el miedo nos paraliza, se detiene el tiempo como un suspiro, la mente se nubla y el corazón late muy fuerte experimentando una sensación de vacío. Actuamos de una forma irracional, ignorando nuestra “alarmas internas” cuando nos acecha un peligro y tomamos malas decisiones. Con el tiempo, ese miedo aumenta y no sabemos cómo gestionarlo. No sabemos cómo reaccionar a esta situación. ¡Así es el miedo! 

Desde el punto de vista de los expertos, ellos nos recomiendan que el miedo debe ser nuestro mejor amigo.  ¿Sabes por qué? El miedo motiva a superarnos, ya que, va más allá de nuestro límite. Aunque nos impulsa a lograr nuestros objetivos, recordándonos la importancia de lo que estás persiguiendo.

Si tenemos una mala experiencia, nos deja una consecuencia desagradable y el miedo nos enseña a no dejarnos vencer por nuestras inseguridades. Asimismo, esta emoción puede ser un aprendizaje y una reflexión. ¿Te ha sucedido? Igualmente, nos permite meditar sobre lo ocurrido, ¿verdad?

Al mismo tiempo, ese miedo se convertirá en una pequeña piedra en el camino, en lugar de una gran roca. 

En pocas palabras, la clave está en gestionar nuestras emociones. Entender su causa y utilizarla como motivación, esto nos permite convertir el miedo en un aliado para la construcción de nuestro camino hacia una vida más plena y satisfactoria. ¿Qué opinas?

No obstante, ¿Qué debemos hacer para afrontar ese desafío sin que nos paralice el miedo?

Desde el punto de vista de la psicoterapeuta Amy Morin, nos sugiere diez pasos para que nuestras mentes estén fuertes y poder dilucidar nuestros desafíos.

  1. Mentalidad positiva: Cultivando la fuerza interior 

Según Morin, explica que el miedo puede hacernos dudar de nuestras capacidades. ¿Qué sucede si dudamos? Esto nos impide aprovechar oportunidades porque el miedo puede hacernos jugar una mala pasada y limitar nuestro potencial. En definitiva, el miedo no es algo negativo sino una emoción que complementa nuestro estilo de vida. Un error es lamentarnos, visto que, la autocompasión nos impide avanzar. Cuando nos lamentamos, nos centramos en nuestras preocupaciones en lugar de buscar soluciones. Lo que puede provocar un estancamiento y negatividad en nuestras vidas.

  1. No regales tu energía ni tu poder

Con relación a Morin nos comenta que debemos establecer límites y defender nuestros propios intereses en lugar de complacer a los demás a costa de tu propia felicidad. En mi opinión, este paso es muy importante. Porque nos dejamos influir negativamente por las emociones o decisiones de los demás. Por ejemplo, si alguien te critica, y eso te hace sentir mal, estás  permitiendo que esa persona tenga poder sobre ti.  En lugar de eso, una persona realmente fuerte reconoce y tiene poder de controlar lo que siente sin que le afecte.

  1. Estas acciones no detienen el cambio

Por otra parte, la psicoterapeuta Morin afirma que estas personas no evitan el cambio, sino que aceptan esa situación.  Con esto quiero decir que puede ser una oportunidad para aprender y crecer a lo largo de nuestra vida.

A mi parecer, las personas mentalmente fuertes se adaptan y buscan alternativas nuevas a las circunstancias que se les presentan. Reconocen que el cambio puede ser desafiante. Este reto mejora nuestra supervivencia y nos ayuda a alcanzar metas. Lo que nos permite madurar a través de nuestras experiencias.

  1. Enfócate en lo que puedes cambiar, no en lo que está fuera de tu alcance

 Debemos concentrarnos en las cosas que podemos modificar.  Enfocar nuestra energía y esos aspectos que nos resultan importantes para nosotros. No debemos preocuparnos por cosas que no podemos controlar, es decir, si estás atrapado en un atasco, por ejemplo. No puedes cambiar la situación, pero puedes decidir cómo invertir ese tiempo. Puedes aprovechar el atasco para escuchar un audiolibro o música. Resumiendo, no te dejes llevar por la ira y el nerviosismo de las situaciones, porque esto te ocasionará un malestar y no conseguirás nada. 

  1. Rompiendo con la necesidad de complacer a los demás 

Por otro lado, Morrin nos sugiere decir “no” sin tempor a desilusionar a alguien. Esto no quiere decir que debemos ofender a alguien, ni ocasionar un malestar a la otra persona. En efecto, si actuamos de manera complaciente nos ocasiona un daño a nosotros, dado que, no lo estamos haciendo desde el corazón. Siempre debemos actuar desde el cariño y el amor. Considero que somos almas libres y cada uno de nosotros debemos desarrollar la empatía y la comprensión.

  1. Atrévete a embravecer los riesgos meditados

Acerca de tomar decisiones arriesgadas sin pensar. Puede ser una consecuencia de actuar desde el miedo porque no realizamos un análisis de la información y no dejamos procesar ese contenido con cautela. Si hacemos de esta manera, reduciremos la incertidumbre y el miedo mediante el conocimiento. 

  1. Suelta las cadenas del pasado:

El cambio es parte de nosotros, ya que, nos ayuda a dejar atrás situaciones traumáticas o poco saludables. No es bueno aferrarse al pasado, así que, debemos olvidar y liberar esas cadenas invisibles que nos mantienen atados a lo que ya ocurrió.  Todos cometemos errores y es muy bueno perdonarnos a nosotros mismos y aprender de esas experiencias. Reconocer nuestros propios errores es fundamental para crecer como seres humanos. Esto es un signo de fortaleza y madurez. Sin embargo, si esa experiencia pasada te atormenta, busca la manera de obtener un cierre emocional, por ejemplo: escribe sobre tus sentimientos, habla con una persona de confianza o busca ayuda.

  1. Evita repetir los errores: una guía para el cambio

Con respecto a repetir el mismo patrón, debemos preguntarnos: «¿Qué salió mal? ¿Cómo puedo mejorarlo? ¿Qué debo aprender de esta situación?» Si respondemos a estas preguntas, es muy probable que veamos la solución a nuestros problemas y podamos reflexionar de  manera  consciente para reconducir los errores del pasado.

  1. Sigue adelante: supera tus primeros obstáculos

De acuerdo a Morrin, no debemos dejarnos influir por nuestro entorno. Es importante tener el control de nuestras emociones y nuestras vidas no permitiendo que nadie te diga cómo actuar y sentirte. Concretamente, cuando conducimos un coche, nosotros somos quien llevamos el vehículo, no la máquina. Además, nosotros escogemos qué camino o ruta debemos tomar con nuestro coche. Siempre elegimos el camino adecuado y así es nuestro día a día. Aunque, a veces lo complicamos un poco, ¿verdad?

  1. La soledad elegida cuando se realiza de una forma consciente

Personalmente, yo creo que la soledad, cuando se realiza de una manera consciente, nos lleva a un mayor crecimiento personal y satisfactorio. Es importante elegir tiempo para ti. En otras palabras, estar con nosotros mismos nos permite tomar libremente nuestras propias decisiones. Te brinda la oportunidad de avanzar en el conocimiento de tus preferencias.  Estar en una playa o en el campo, en un lugar que nos transmita paz, nos ayuda a mejorar la autoestima y la salud mental. Te centras en lo más importante, que eres tú. 

Al mismo tiempo, ¿Qué miedos afrontamos a lo largo de nuestra vida?

Los desafíos más comunes para el ser humano son los siguientes:

Apeirofobia:  También conocido como miedo adaptativo. Aparece en situaciones de riesgo o peligro. Por ejemplo: Cuando nos encontramos una serpiente en el campo ponemos en posición de alerta a nuestro cuerpo y nuestra reacción es salir huyendo de ese lugar.

Temor al rechazo: Esta emoción nos hace sentir invisibles o desplazados, especialmente en  la adolescencia.

Temor a equivocarse: Vivimos en un mundo competitivo y queremos ser los mejores con los amigos o en el trabajo. Si no encontramos ese camino, será porque no es el momento o debemos cambiar de dirección. Por otra parte, debemos mostrarnos tal como somos, ya que lo importante es la esencia de cada persona. ¿No crees?

Navegando en la incertidumbre:  Conocido como miedo a los cambios. A algunas personas les gusta tener todo planificado, pero cuando hay un cambio en sus vidas surgen las inseguridades y les gusta tenerlo todo bajo control. A veces, es bueno dejarse llevar y emocionarse con esos momentos no planificados. 

Sombras de ausencia: Personas que luchan con este miedo provocado por experiencias pasadas de pérdida o abandono, por ejemplo la pérdida de un padre o divorcio.

Barreras invisibles: Es el temor al compromiso. Personas a las que tener una pareja estable les ocasiona angustia, inseguridades y malestar. 

Nosofobia: Temor oculto a la enfermedad, sentir un miedo excesivo de padecer o desarrollar una  enfermedad grave.

Enfrentar la monofobia: Miedo a la soledad estando con mucha gente. Es la incapacidad de sentirse incluido o parte de un grupo.

En conclusión, el miedo es una emoción natural que nos previene sobre el peligro, pero no debe convertirse en una barrera que impida el crecimiento personal y profesional. Reconocer el miedo es el primer paso para superarlo. Si somos valientes y afrontamos esos obstáculos, se convierte en una experiencia enriquecedora y gratificante.

Recuerda: «Avanza con valentía; tu coraje es la llave que desbloquea las cadenas del miedo y despliega las alas de tus sueños». 💫

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *