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DÍA DE TRANSBORDO

Mary Iribarren

Hay días que rompen la rutina.

Días en los que decides bajarte del tren.

No porque no tengas destino, sino porque el trayecto ya no te refleja.

Hoy es uno de esos días.

Me detuve en una estación casi vacía, de esas que apenas salen en los mapas. Esperé. Respiré. No sé cuándo llegará el próximo tren, pero hoy no me importa.

Porque hoy el viaje es hacia mí.

Se puede volver a empezar.

En cada amanecer.

En cada vínculo.

En cada decisión honesta.

A veces la situación se vuelve demasiado.

Demasiado rígida.

Demasiado exigente.

O simplemente, el entorno intenta hacerte más pequeña y susurra:

“Aquí hay demasiado tú.”

Y no. No es demasiado.

Es justo lo que soy.

Cuando eso no cabe, es momento de hacer un transbordo.

Bajar. Hacer espacio. Volver a ti.

Este es mi día de transbordo.

Y así lo registro, como parte de Cómo te ha ido el día.