Ir en piloto automático
Es necesario dedicar el veinte por ciento del tiempo a planificar y el resto a ejecutar. Citas, médicos, trayectos en coche, alguna canción, algún momento…
Es importante comer sano, es importante descansar, otra lavadora. ¿Jugamos? Hoy no hemos jugado mucho, hoy no hemos salido a la calle…estaba tan cansada.
Mejor no miro el móvil que tengo que tender esa lavadora que termina y preparar el táper con la comida de mañana. No quiero llegar muy cansada a la ducha que luego me cuesta mucho salir de ella.
Un abrazo, uno de los bonitos de los largos. Le miró con sus ojitos cerrados y tan sereno. Un abrazo sin tiempo…pero…tengo que hacer….¡Bah me quedo aquí! Me duermo. Me despierto y termino lo que queda.
No resistencia, solo piloto automático. Toda va bien, todo irá mejor. Y hoy también calma y risas, todo lo que necesitamos para que el puzle encaje.
Y entre tanto “quehaceres” a veces me visitan furtivas sensaciones como enredar mis dedos en tu pelo, como ese “no tiempo” con música de fondo, la intensidad, el vértigo y los me gustan. A veces pienso en los croissant con mantequilla y mermelada, en sentarme en el suelo, en risas con confianza…pienso en las caricias y la ausencia de prisa por nada, a veces pienso en todo eso y pienso en ti.